TEJIENDO MUNDOS DE LUZ

viernes, 20 de febrero de 2015

REIKI A DISTANCIA


Reiki es un sistema de sanación que consiste en canalizar energía de alta frecuencia, mediante la imposición de manos, a través de los siete chakras principales de la persona que necesita sanar ya sea una enfermedad física, un problema emocional o un estado mental perturbador.

Algunas personas desconocen que Reiki también funciona a distancia, es decir, se puede realizar una sesión con éxito aunque el paciente no se halle físicamente presente; y los beneficios de Reiki son exactamente iguales. De hecho, algunos de mis pacientes viven en una ciudad distinta a la mía, y otros se encuentran en una situación personal que no les permite acudir a mi gabinete.

El sanador de Reiki extiende el campo de su acción más allá de los límites de su propio cuerpo. La curación a distancia o de personas ausentes se consigue gracias al uso de unos símbolos de Reiki. Fundamentalmente la curación a distancia es un proceso de visualización realizado en estado meditativo. La meditación con fines terapéuticos no implica un trance profundo; se trata solo de un estado de concentración ligera.

Comienzo las sesiones a distancia como cualquier sesión presencial: apago el móvil, cierro la puerta, enciendo una vela y una varita de incienso, y escucho una música relajante. La diferencia es que tengo que imaginar a la persona conmigo. He utilizado varios métodos y, finalmente, me he decidido por utilizar un testigo –en mi caso un cojín cuyo uso es exclusivo para Reiki (otros usan un peluche)- e imagino que ese testigo es la persona que va a recibir la curación; entonces le transmito los símbolos, coloco mis manos y Reiki se encarga del resto.

Estos símbolos se transmiten enteros mediante la simple evocación voluntaria de su aparición; es como si volasen a través del espacio y del tiempo para ir a inscribirse a lo largo del cuerpo del destinatario.

La persona que recibe la curación hallándose distante tal vez notará que sucede algo. Si está muy abierta a las energías y tiene una sensibilidad psíquica desarrollada muchas veces sabrá con exactitud lo que hago, aunque no es un requisito para recibir los beneficios de la sesión.

Sí es fundamental que el receptor sepa a qué hora va a empezar la sesión. Es importante que no se encuentre realizando ninguna actividad peligrosa –como conducir- lo ideal es hallarse en un entorno tranquilo y en una posición cómoda.

La energía de Reiki sabe adónde dirigirse, por lo tanto dejo que fluya sin tratar de limitarla. Dirijo la atención hacia la persona, no hacia la enfermedad; dejando en libertad la energía para que haga todo el bien posible.

La frecuencia de las sesiones debe juzgarse, lo mismo que en las situaciones de curación directa, por la seriedad de la afección. Un caso sencillo como un dolor de cabeza o de oídos quizá se resuelva de una sola vez. Ante problemas más serios o crónicos se suele repetir una vez a la semana o quincenalmente hasta que el malestar empieza a remitir, entonces con una vez al mes es suficiente hasta que haya desaparecido por completo.

Si estás interesado en recibir una sesión a distancia o presencial rellena el “Formulario de contacto” a la derecha de este artículo o en la página “Contacto” en la parte superior del blog.

Ascensión Menchón García – Maestra y Terapeuta de Reiki

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