Cuando nos duele algo,
el estómago o la cabeza, automáticamente nos llevamos la mano a ese lugar como
si el simple contacto nos aliviara el dolor. De forma natural, sin ser
conscientes de ello, aplicamos el fundamento del Reiki, una terapia milenaria
japonesa para sanar a través de las manos que cada vez tiene más seguidores en
todo el mundo.
Reiki, que en japonés significa “energía universal”, consiste
en canalizar, a través de las manos, una poderosa fuente de vibración que está
fuera de uno para sanar enfermedades tanto físicas como emocionales.
Al igual que la acupuntura o el shiatsu, esta técnica parte
de una tesis muy sencilla: el ser humano es “todo energía”, afirmación que
aunque parece muy esotérica comparte aspectos con la física cuántica. El Reiki
sostiene que cuando la energía se bloquea, por cualquier circunstancia, se
produce un malestar que puede derivar en enfermedad. La imposición de manos en
la zona enquistada, donde la energía ha quedado encerrada, sirve para deshacer
ese nudo que impide que la energía fluya y así devolver el equilibrio al
organismo.
Reiki no solo es compatible con cualquier tratamiento médico,
sino que actúa como reforzador de dicho tratamiento (en ningún caso se
recomienda suspender la medicación por estar recibiendo Reiki). Además Reiki
está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como terapia
alternativa; y en Reino Unido está incluido en el Sistema Público de Salud.
En España aún no hemos llegado tan lejos, pero ya se aplica
en varios hospitales de Madrid como el Gregorio Marañón y La Paz debido a los
buenos resultados que se han observado en los pacientes.
Quienes lo practicamos podemos asegurar que cuanto más Reiki
haces, mejor te sientes. Tu salud está al alcance de tu mano.
CURSOS Y TERAPIAS DE REIKI
ASCENSIÓN MENCHÓN GARCÍA_ MAESTRA DE REIKI