TEJIENDO MUNDOS DE LUZ

viernes, 30 de enero de 2015

ENERGÍA VII

CRECIMIENTO Y DESARROLLO HUMANO EN EL AURA


Debido a su extensión entregaré este capítulo en los siguientes artículos:

ENERGÍA V, se refiere al proceso de Encarnación
ENERGÍA VI, al nacimiento y la infancia
ENERGÍA VII, primera infancia y estado latente hasta los siete años
ENERGÍA VIII, adolescencia y edad adulta
ENERGÍA IX, la madurez y la muerte

Como siempre, deseo que os sirvan de inspiración y de apoyo en vuestra estancia en este mundo.
Para cubrir el campo de la experiencia humana desde el nacimiento hasta la muerte y más allá de este recurriré tanto a la tradición psicológica como a la metafísica. Si la metafísica no es del agrado del lector, le ruego que la tome como una metáfora.

LA PRIMERA INFANCIA
Conforme crece el niño y se empieza a desarrollar el segundo chakra su vida emocional se va enriqueciendo. El niño vive en mundos de fantasía creados por él mismo, empieza a sentir que es una persona distinta de su madre y esos mundos le ayudan a crear la separación. Las pertenencias del niño se encuentran dentro de estos mundos de fantasía. Desde el campo etéreo envía proyecciones que envuelven esos objetos y cuyas formas recuerdan las de las amebas. Cuanto más importante sea el objeto en la creación del mundo fantástico, más conciencia energética surgirá de su campo para rodearlo. El objeto se convierte en parte del yo. Cuando se le arrebata de la mano con fuerza, el objeto rasga el campo y causa dolor, tanto físico como emocional.

Alrededor de los dos años de edad, el niño considera a sus padres como pertenencias suyas: «yo, mi papá, mi mamá, etc.». En el aura se hacen más visibles los colores rojo-naranja y rosa-violeta. El niño está empezando a relacionarse con los otros, aprendiendo un tipo básico de amor.

En lo que se refiere al campo, el niño es capaz de separarse del de su madre, aunque entre ambos sigue existiendo un cordón umbilical etéreo. Así se inicia el proceso de separación y de identidad independiente. El niño crea un espacio de fantasía, habita en él, pero sigue teniendo a su madre conectada por su cordón umbilical etéreo. Todavía puede mirar atrás y ver que su madre no está demasiado lejos. Para el clarividente, este espacio aparece compuesto principalmente por energía de nivel azul, o de nivel etéreo. Se trata de un espacio en el que el niño prefiere jugar solo o, si permite la entrada de un compañero de juegos, lo vigila atentamente para impedir que altere en demasía el espacio. En esta fase, el niño no tiene un ego lo bastante fuerte como para mantener una claridad real entre su yo y el del otro. Lucha por hallar su exclusividad y, sin embargo, se siente muy conectado a todas las cosas. Los objetos personales se convierten en formas de definir la individualización, definición a la que ayuda el espacio de energía privado. Así, cuando un niño visita el cuarto de otro niño de cinco a siete años de edad, el anfitrión se debate entre su deseo de comunicarse con el otro y su inclinación de preservar la imagen de sí mismo. Lucha por controlar los objetos personales que ayudan a definir quién es y alrededor de los cuales ha situado su propia conciencia energética. La lucha en este caso consiste en reconocer y mantener la autoindividualización y, pese a todo, sentir la conexión con un «individuo» distinto.

A los siete años de edad, aproximadamente, el niño empieza a tejer una enorme cantidad de energía dorada en este espacio, que se hace más libre, más grande, menos conectado con la madre y más abierto a los visitantes. Como su sentido del yo es más elevado, el niño empieza ahora a descubrir similitudes en otros seres humanos. Ya puede permitir a los «otros» una mayor autoexpresión dentro de su espacio privado. Permite que el visitante cree todo tipo de formas energéticas en ese espacio. Con ello, las cosas se hacen más «divertidas» y «vivas» y mejoran la vida de fantasía. Los niños entran en la fase de la «pandilla». Una de las cosas que posibilitan que así sea es que, alrededor de los siete años de edad, por encima de todos los chakras se presenta ya una pantalla protectora que impide el paso de muchas influencias energéticas procedentes del campo que rodea al niño, este se siente más «seguro» porque es en su campo aural donde realmente existe.

ESTADO LATENTE
Conforme el niño crece en el estado latente, entre los siete años y la pubertad, tiene lugar el desarrollo de nuevas facultades mentales junto con el desarrollo del tercer chakra. En esta fase se incrementa el color amarillo mental del aura. Aunque este chakra está abriendo las energías mentales y el niño asiste ya a la escuela, dichas energías se emplean principalmente para mejorar la vida fantástica infantil. Aquí entran en juego profundos impulsos y se producen conexiones teleológicas con el largo desarrollo pasado de la humanidad. El niño se convierte en jefe indio; la niña, en maga. Son impulsos teleológicos profundos que revelan el deseo del alma y que, con toda probabilidad, se relacionan con la tarea del alma en el mundo. Dentro de estas formas arquetípicas se encuentran las aspiraciones espirituales profundas, las metas y aspiraciones del individuo, expresadas por las capacidades que adopta cuando juega en el patio de recreo. Ahora es cuando los tres primeros centros -el físico, el emocional y el mental del plano terrestre- trabajan juntos para expresar la primera fase de la encarnación del alma.

Reiki es un sistema de sanación que trabaja con la Energía Universal a través de los chakras mediante la imposición de manos. El efecto inmediato de Reiki es la relajación pero sus efectos van más allá ya que conecta todas las capas aurales para que la conexión con tu verdadero Ser –tú Yo Superior- se haga realidad de una forma más consciente.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
Facilitadoras:
Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
María de Tíscar Bosques Navarrete_Maestra de Reiki y Tarotista
Para solicitar cita o más información utiliza el “Formulario de contacto”

o pinchando sobre la pestaña “Contacto” en la parte superior de este blog.

jueves, 29 de enero de 2015

MASAJE RELAJANTE

RELAX


Los masajes relajantes son un tipo de tratamiento manual que se aplica de forma firme y progresiva con la finalidad de descargar la tensión acumulada sobre el cuerpo y así calmar también la mente.

Ideados originalmente con el propósito de relajar los músculos, los masajes relajantes al igual que otros tratamientos manuales, desarrollan diferentes movimientos técnicos y maniobras armónicas, a efecto de que se estimule físicamente el organismo y surjan en él reacciones benéficas del tipo muscular, biológico, metabólico y hasta psicológico.

El masaje relajante es un procedimiento externo, natural y relajado, sin efectos secundarios, que se aplica por medio de las manos y antebrazos, sin el auxilio de aparatos. Suelo utilizar aceites y cremas para que el masaje sea más agradable y con el fin de introducir la aromaterapia a la sesión. Habitualmente suena una suave música.  Y todo ello dentro de una atmósfera que invita a la tranquilidad.

Los masajes relajantes están indicados para las personas que experimentan episodios de estrés (por trabajo, por exámenes, una boda, etc.) en cualquiera de sus manifestaciones, así como para aquellos que deseen sentir un estado de bienestar. Además vivir en un estado relajado, indudablemente, favorece la salud.

NOTA: Aunque el masaje relajante no tiene contraindicaciones precisas, no se suele recomendar en caso de edemas, embarazos, intervención quirúrgica reciente, ulceras, quemaduras, procesos inflamatorios, problemas renales y cardiopatías, para lo cual se sugiere visitar primero al médico.

Masajista titulado por ISED
JULIO MORALES MANZANARES
Duración del masaje: una hora
Todos los días de la semana

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miércoles, 28 de enero de 2015

ENERGÍA VI

CRECIMIENTO Y DESARROLLO HUMANO EN EL AURA


Debido a su extensión entregaré este capítulo en los siguientes artículos:
ENERGÍA V, se refiere al proceso de Encarnación
ENERGÍA VI, al nacimiento y la infancia
ENERGÍA VII, primera infancia y estado latente hasta los siete años
ENERGÍA VIII, adolescencia y edad adulta
ENERGÍA IX, la madurez y la muerte

Como siempre, deseo que os sirvan de inspiración y de apoyo en vuestra estancia en este mundo.
Para cubrir el campo de la experiencia humana desde el nacimiento hasta la muerte y más allá de este recurriré tanto a la tradición psicológica como a la metafísica. Si la metafísica no es del agrado del lector, le ruego que la tome como una metáfora.

NACIMIENTO
El nacimiento se produce en un momento único para el alma que llega. En este punto, el alma pierde su útero etéreo protector y queda sujeta por primera vez a las influencias de su entorno. También por primera vez, se encuentra sola en el mar de energía que nos rodea. Es tocada por ese campo. Los campos más grandes y fuertes de los cuerpos celestes influyen además, por primera vez, sobre el nuevo campo energético, que se suma al mayor y lo enriquece. Es como si se hiciera sonar otra nota añadiéndola a la sinfonía de la vida ya existente.

INFANCIA
El proceso del lento despertar al mundo físico prosigue después del nacimiento. El lactante duerme con frecuencia durante este tiempo, y el alma ocupa sus campos energéticos más elevados. Deja sueltos los cuerpos físico y etéreo y les permite realizar el trabajo de construcción del cuerpo.

En las fases iniciales de la vida, el niño tiene la tarea de ir acostumbrándose a las limitaciones de la sensación física y al mundo en tres dimensiones. Todavía tienen cierta conciencia del mundo espiritual, y luchan por abandonar las figuras de sus compañeros de juego y padres espirituales y transferir sus afectos a sus nuevos progenitores. Los recién nacidos tienen chakras de corona muy abierta que se esfuerzan por comprimirse dentro de los límites del diminuto cuerpo del bebé. Cuando, al dormir, abandonan el cuerpo físico, en sus cuerpos más elevados, con frecuencia presentan la apariencia de espíritus de unos de 3,60 m de estatura. Luchan enconadamente por abrir el chakra de la raíz inferior y conectar con la Tierra.

Cuando un bebé centra su atención en un objeto en el plano físico, el aura se tensa y abrillanta, especialmente alrededor de la cabeza. Luego, cuando su atención cede, el color del aura se desvanece; sin embargo, retiene parte de la experiencia en forma de color en el aura. Cada experiencia añade un poco de color al aura y aumenta su individualidad. El trabajo de construcción del aura también está en marcha y continúa de este modo a lo largo de toda la vida, de manera que permite encontrar la experiencia vital de cada uno.

Después del nacimiento se mantiene una fuerte conexión energética entre la madre y el hijo, a la que a veces se denomina plasma germinal. Esta conexión tiene su momento más fuerte en el alumbramiento, y se mantiene durante toda la vida, aunque se va haciendo menos pronunciada a medida que crece el niño. Este cordón umbilical psíquico es la conexión a través de la cual los niños se mantienen en contacto con sus padres en el transcurso de los años. En muchas ocasiones, uno de los dos tiene conciencia de las experiencias traumáticas por las que pasa el otro, aunque puedan estar separados a gran distancia en el nivel físico.

El campo del niño está totalmente abierto y es vulnerable al ambiente en el que vive. El niño detecta todo lo que sucede entre sus progenitores, tanto si sus relaciones son claras como si no lo son. Reacciona constantemente a su entorno energético de forma acorde con su temperamento. Puede sentir vagos temores, tener fantasías o berrinches o estar enfermo. Todo los chakras del niño están abiertos en el sentido de que no cuentan con una película protectora que mantenga al margen las influencias psíquicas que llegan hasta él. Ello hace que el niño sea muy vulnerable e impresionable. Así, aun cuando los chakras no están desarrollados como los de un adulto y experimentan de forma vaga la energía que penetra en ellos, ésta sigue progresando hasta el campo del niño, quien debe ocuparse de ella en cierto modo.

Alrededor de los siete años de edad, sobre las aberturas del chakra se forma una pantalla protectora que filtra muchas de las influencias del campo energético universal. De este modo, el niño pierde su anterior vulnerabilidad. Esta fase se puede observar cuando el niño crece y se individualiza. Es un momento próximo al de la aparición del raciocinio.

Muchas veces es posible ver cómo un niño pequeño se sienta y acurruca en el regazo de su madre o su padre. Está siendo protegido de las influencias exteriores por el campo de su progenitor. Esta vulnerabilidad infantil me hace ser muy conservadora en lo que se refiere a permitir que los niños intervengan en terapias de grupo con adultos. El adulto no tiene idea de lo que esto supone para el niño, a menos que haya regresado a ese estado de vulnerabilidad. He visto a padres que sometían inconscientemente a sus hijos a un schock psíquico innecesario haciéndoles participar en terapias de grupo, por considerar que se trataba de una actitud progresista, o porque cedieron a las presiones del grupo. La ira de un adulto golpea el sistema del niño como un shock psíquico, mientras que la tristeza y la depresión lo envuelven como una niebla.

Reiki es un sistema de sanación que trabaja con la Energía Universal a través de los chakras mediante la imposición de manos. El efecto inmediato de Reiki es la relajación pero sus efectos van más allá ya que conecta todas las capas aurales para que la conexión con tu verdadero Ser –tu Yo Superior- se haga realidad de una forma más consciente.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
Facilitadoras:
Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
María de Tíscar Bosques Navarrete_Maestra de Reiki y Tarotista
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lunes, 26 de enero de 2015

ENERGÍA V

CRECIMIENTO Y DESARROLLO HUMANO EN EL AURA


Debido a su extensión entregaré este capítulo en los siguientes artículos:

ENERGÍA V, se refiere al proceso de Encarnación
ENERGÍA VI, al nacimiento y la infancia
ENERGÍA VII, primera infancia y estado latente hasta los siete años
ENERGÍA VIII, adolescencia y edad adulta
ENERGÍA IX, la madurez y la muerte

Como siempre, deseo que os sirvan de inspiración y de apoyo en vuestra estancia en este mundo.
Para cubrir el campo de la experiencia humana desde el nacimiento hasta la muerte y más allá de este recurriré tanto a la tradición psicológica como a la metafísica. Si la metafísica no es del agrado del lector, le ruego que la tome como una metáfora.

ENCARNACIÓN

El proceso de encarnación dura toda la vida. No es algo que suceda al nacer y concluya en ese momento. Es necesario recurrir a términos metafísicos para describirlo. La encarnación es el movimiento del alma orgánica por el cual se irradian continuamente en dirección descendente vibraciones o aspectos espirituales más elevados y tenues a través de los cuerpos aurales más delgados hasta llegar a los más densos y, en último término, al cuerpo físico. Estas energías sucesivas son utilizadas por el individuo, durante toda su vida, para crecer.

Cada fase importante de la vida se corresponde con nuevas y más altas vibraciones y con la activación de diferentes chakras. En cada fase, por tanto, la personalidad dispone de una energía y una conciencia nuevas para expandirse. Cada fase ofrece nuevas áreas de experiencia y aprendizaje. Desde este punto de vista, la vida está llena de descubrimientos y retos estimulantes para el alma.

El proceso de encarnación está dirigido por el yo superior. Esta patita vital está contenida en la séptima capa del aura, el nivel del patrón cetérico. Se trata de un patrón que cambia constantemente a medida que el individuo realiza elecciones espontáneas en su proceso vital y de crecimiento. Al crecer, el individuo amplía su capacidad de sustentar niveles más altos de vibraciones/energías/conciencia hacia y a través de sus vehículos, sus cuerpos aurales y sus chakras. De este modo se beneficia de realidades cada vez más extensas a medida que avanza por el sendero de la vida. Con el progreso de cada individuo progresa toda la humanidad. En general, cada nueva generación es capaz de soportar vibraciones más altas que la precedente, de manera que la humanidad toda se desplaza en su plano evolutivo hacia vibraciones más altas y realidades expandidas. Muchos textos religiosos, como la Cábala, el Bhagavad Gita o los Upanishads, mencionan este principio de la progresión de la raza humana.

El proceso de encarnación anterior a la concepción ha sido expuesto por Madame Blavatsky y, más recientemente, por Alice Bailey, Phoebe Bendit y Eva Pierrakos. Según esta última, el alma que se va a encarnar se reúne con sus guías espirituales para planificar la vida futura. En esta reunión, el alma y sus guías estudian las tareas que necesita la primera para lograr el crecimiento, el karma que debe encontrar para asociarse y los sistemas de creencias negativas que requiere para pasar por la experiencia. Este trabajo vital se conoce generalmente como la tarea personal.

Según Eva Pierrakos, la cantidad de asesoramiento que recibe un alma de sus guías en la determinación de las circunstancias de su vida futura depende de su madurez. Se eligen padres que aporten las experiencias ambiental y física necesarias. Estas elecciones determinan la mezcla de energías que finalmente formará el vehículo físico en el que se encarnará el alma para realizar su tarea. Tales energías son muy precisas y equipan al alma con lo que necesita exactamente para dicha tarea. El alma se ocupa a la vez de una tarea personal de aprendizaje individual y de una «tarea en el mundo» que implica un don para la vida en sociedad. El diseño es tan exclusivo que al cumplir la tarea personal se encuentra uno preparado para hacer lo propio con la tarea en el mundo. La tarea personal libera al alma dejando escapar las energías que se emplean para la tarea en el mundo.

El plan vital contiene muchas realidades probables, lo que permite la libre elección entre numerosas opciones. Entretejida en este entramado vital está la acción de causa y efecto. Creamos nuestra propia realidad. Esta creación surge de muy distintas partes de nuestro ser. La creación no siempre es fácil de comprender desde un sencillo nivel de causa y efecto, aunque desde este punto de vista se puede entender gran parte de nuestra experiencia. Uno crea, literalmente, lo que desea. La conciencia, la inconsciencia, la superconciencia y la conciencia colectiva contienen los deseos individuales. Todas las fuerzas creativas se mezclan para crear experiencia en numerosos niveles de nuestro ser a medida que avanzamos por la vida. Por tanto, creamos desde la fuente personal y grupal y, naturalmente, hay grupos pequeños dentro de otros más grandes, todos ellos sumándose para producir el gran tejido de la experiencia vital creativa. Desde este punto de vista es fácil contemplar la riqueza vital con el espíritu maravillado de un niño.

Después de la «planificación», el alma entra en un proceso en el que pierde poco a poco la conciencia del mundo espiritual. En el momento de la concepción se crea una relación energética entre el alma y el óvulo fertilizado. En este instante se forma, además, una matriz etérea que protege al alma de cualquier influencia que no sea la de la madre. A medida que el cuerpo crece dentro del vientre materno el alma empieza a sentir lentamente su «arrastre» y se va conectando de forma consciente y paulatina con el cuerpo. En un momento determinado, el alma cobra súbita conciencia de esta conexión; se produce un poderoso destello de energía consciente que desciende hasta el cuerpo en formación. Entonces el alma vuelve a perder su conciencia, para despertar de nuevo, poco a poco, al mundo físico. Este poderoso destello de conciencia corresponde al momento en que el feto empieza a dar señales de vida.

Reiki es un sistema de sanación que trabaja con la Energía Universal a través de los chakras mediante la imposición de manos. El efecto inmediato de Reiki es la relajación pero sus efectos van más allá ya que conecta todas las capas aurales para que la conexión con tu verdadero Ser –tu Yo Superior- se haga realidad de una forma más consciente.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI

Facilitadoras:
Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
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viernes, 23 de enero de 2015

LA FUNCIÓN DE LOS SIETE CHAKRAS

EQUILIBRANDO LOS CHAKRAS



Cada uno de los chakras intercambia energía con el CEU (Cuerpo de Energía Universal). Por tanto, cuando se sienten «abiertos» se trata de una sensación literalmente cierta. Todos los chakras mayores, los menores y los inferiores son aberturas por donde fluye la energía. Somos como esponjas en el mar de energía que nos rodea. Como esta siempre se asocia con alguna forma de conciencia, experimentamos la energía que intercambiamos en términos de ver, oír, sentir, intuir o conocer directamente.

Por tanto, podemos considerar dos significados en el hecho de permanecer «abiertos». Significa, en primer lugar, metabolizar una gran cantidad de energía desde el campo universal a través de todos los chakras, grandes y pequeños. Por otra parte, significa ceder, y en cierto modo tratar, toda la conciencia relacionada con la energía que fluye a través de uno. No es tarea fácil, y la mayoría de nosotros no podemos realizarla. El material psicológico relacionado con cada chakra se lleva a la conciencia aumentando el flujo de energía de uno mismo a través de dicho chakra. Un repentino flujo de energía liberaría demasiado material psicológico, por lo que no podríamos procesarlo todo. Por tanto, en cualquiera de los procesos de crecimiento en que nos hallemos, hemos de trabajar para abrir lentamente cada chakra a fin de disponer de tiempo para procesar el material personal que se libera e integrar la nueva información en nuestra vida.       
    
Es importante abrir los chakras y aumentar nuestro flujo energético, ya que cuanta más energía dejemos fluir más sanos nos encontraremos. La enfermedad del sistema la provoca un desequilibrio de energía o un bloqueo del flujo energético. Dicho de otro modo, la falta de flujo en el sistema energético humano conduce indefectiblemente a la enfermedad, además de deformar nuestras percepciones y embotar nuestras sensaciones, interfiriendo así en una experiencia serena de vida plena.

En la literatura esotérica oriental se considera que cada uno de los chakras tiene cierto número de pétalos. Al observarlos de cerca se ve que estos pétalos se asemejan a pequeños torbellinos giratorios que ruedan a velocidades muy altas. Cada torbellino metaboliza una vibración energética que resuena a su frecuencia específica de giro. Los colores que se observan en cada chakra guardan relación con la frecuencia de energía que se metaboliza a su velocidad determinada.

Como los chakras sirven para vitalizar el cuerpo, se encuentran directamente relacionados con cualquier patología de este. Reiki, que en japonés significa “energía universal”, consiste en canalizar, a través de las manos, una poderosa fuente de vibración que está fuera de uno para sanar enfermedades tanto físicas como emocionales y mentales mediante la apertura y el equilibrio de los chakras.

Reiki no solo es compatible con cualquier tratamiento médico, sino que actúa como reforzador de dicho tratamiento (en ningún caso se recomienda suspender la medicación por estar recibiendo Reiki). Además Reiki está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como terapia alternativa. Quienes lo practicamos podemos asegurar que cuanto más Reiki haces, mejor te sientes.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
Facilitadoras:
Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
María de Tíscar Bosques Navarrete_Maestra de Reiki y Tarotista
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martes, 20 de enero de 2015

KARMA V

La mente creativa


Si prestamos atención y comprendemos nuestro corazón y crecemos en las respuestas adecuadas de sabiduría y compasión, participamos en que la tierra goce de paz. Mediante nuestra creatividad y nuestro trabajo, podemos crear exteriormente circunstancias benéficas para nuestras vidas. Sin embargo, la mayoría de las grandes cosas que nos suceden, dónde nacemos, dónde morimos, los grandes cambios que cruzan nuestras vidas y el mundo que nos rodea, son el fruto de antiguos y poderosos patrones kármicos. No podemos cambiarlos. Caen sobre nosotros como el viento y el tiempo. Lo único que podemos garantizar, es que las condiciones seguirán cambiando.

Para comprender el karma, hemos de responder a una sencilla pregunta: ¿Cómo nos relacionamos con estas condiciones cambiantes? El tipo de universo que creamos, lo que elegimos plantar, lo que llevemos adelante en el jardín de nuestro corazón, creará nuestro futuro. Buda inició sus enseñanzas diciendo:

Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos es fruto de nuestro pensamiento.
Con nuestros pensamientos creamos el mundo.
Si hablas o actúas con una mente impura
tendrás problemas
como la rueda sigue al buey que conduce el carro.
Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos es fruto de nuestro pensamiento.
Con nuestros pensamientos creamos el mundo.
Si hablas o actúas con una mente pura
le seguirá la felicidad

como si fuera tu inamovible sombra.

Recuerda que para alinearte energéticamente cuentas con una herramienta muy potente como es Reiki. Reiki como sistema de sanación equilibra tus chakras para una vida sana tanto en el aspecto físico como en el emocional, mental y espiritual.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
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Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
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viernes, 16 de enero de 2015

ENERGÍA III

POSICIÓN DE LOS SIETE CHAKRAS


La posición de los siete chakras mayores en el cuerpo físico corresponde a los principales plexos nerviosos del cuerpo en dicha zona corporal. En su libro Radionics and the Subtle Bodies of Man, el doctor David Tansely, especialista en radiónica, dice que los siete chakras mayores se forman en los puntos en que las líneas permanentes de luz se entrecruzan 21 veces.

Los 21 chakras menores se encuentran situados en puntos en que los ramales de energía se cruzan 14 veces.  Existen muchos centros de fuerza diminutos en los puntos donde estas líneas se cruzan menor número de veces. 


Cada chakra mayor de la parte delantera del cuerpo tiene su par en el dorso y ambos juntos se consideran como manifestaciones de un solo chakra. Los aspectos frontales están relacionados con los sentimientos de la persona, los dorsales con su voluntad, y los tres de la cabeza con sus procesos mentales. Así, el chakra nº2 tiene un componente 2ªA y 2B, y el nº3, un componente 3A y 3B, y así sucesivamente hasta el sexto chakra. Se puede considerar, si se desea, que los chakras 1 y 7 están apareados, puesto que son puntas abiertas de la principal corriente de fuerza vertical que recorre arriba y abajo la espina dorsal, a cuyo interior señalan todos los chakras.
   
Donde conectan con la principal corriente de fuerza, las puntas o extremos de los chakras se denominan raíces o núcleos de éstos. Dentro de estos núcleos se encuentran sellos que controlan el intercambio de energía entre las capas del aura a través del chakra en cuestión. Es decir, cada uno de los siete chakras tiene siete capas, y cada una de éstas se corresponde con una capa del campo aural.        

Reiki es un sistema de sanación que trabaja con la Energía Universal canalizándola a través de los chakras equilibrando la energía de los mismos, mediante la imposición de manos,  para mejorar la salud física, mental, emocional y espiritual de la persona.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
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lunes, 12 de enero de 2015

ENERGÍA II

EL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO O AURA HUMANA

Localización de los siete chakras principales

El campo energético humano es una manifestación de energía universal íntimamente vinculada con la vida humana. Usualmente se denomina aura, y ha sido descrito como un ente luminoso que rodea el cuerpo físico y penetra en él, y que emite su propia radiación característica. El aura es la parte del CEU asociada con los objetos. El aura humana, o campo energético humano (CEH), es la parte del CEU relacionada con el cuerpo humano. Basándose en sus observaciones, los investigadores han creado modelos teóricos que dividen el aura en varias capas, a veces denominadas cuerpos, que se interpenetran y rodean mutuamente en capas sucesivas. Cada cuerpo subsiguiente está compuesto por sustancias más finas y «vibraciones» más altas que el cuerpo al que rodea y en el que penetra.

Las siete capas del campo aural
La primera, tercera, quinta y séptima capas tienen una estructura definida, mientras que la segunda, la cuarta y la sexta están compuestas por sustancias semejantes a fluidos, sin estructura determinada. Cobran forma por el hecho de que atraviesan la estructura de las capas impares y, por ello, adoptan en cierto modo la de las capas estructuradas. Cada capa sucesiva penetra y atraviesa por completo todas las situadas debajo, incluyendo el cuerpo físico. Así, el cuerpo emocional se extiende más allá del cuerpo etéreo, e incluye tanto a éste como al cuerpo físico. En realidad, ninguno de los cuerpos es una «capa», aunque sea así como lo podemos percibir, sino una versión más expansiva de nuestro yo que lleva dentro otras formas más limitadas.

Desde el punto de vista del científico, cada capa puede ser considerada como un nivel de vibraciones más altas, que ocupan el mismo espacio que los niveles de vibración situados debajo y que se extienden más allá.

Tenemos, por tanto, siete cuerpos, todos los cuales ocupan el mismo espacio simultáneamente, cada uno extendiéndose más allá del último, algo a lo que no estamos acostumbrados en la vida cotidiana «normal».

Existe un flujo vertical de energía que palpita hacia arriba y hacia abajo por el campo en la espina dorsal. Se extiende al exterior, más allá del cuerpo físico, por encima de la cabeza y por debajo del cóccix.  El campo presenta torbellinos turbulentos de forma cónica denominados chakras.

Las siete capas y los siete chakras del campo aural
Cada capa parece distinta y tiene su propia función. Cada capa del aura está relacionada con un chakra. Es decir, la primera capa está asociada con el primer chakra, la segunda con el segundo chakra, y así sucesivamente.

La primera capa del campo y el primer chakra están relacionados con el funcionamiento del cuerpo y la sensación física (sentir dolor o placer físicos). La primera capa guarda relación con el funcionamiento automático y autónomo del cuerpo. La segunda capa y el segundo chakra se relacionan, en general, con el aspecto emotivo de los seres humanos. Son vehículos de nuestra propia vida y de nuestros sentimientos emocionales. La tercera capa está asociada con nuestra vida mental, con el pensamiento lineal. El tercer chakra está relacionado con el pensamiento lineal. El cuarto nivel, que se relaciona con el chakra del corazón, es el vehículo por medio del cual amamos, no sólo a nuestra pareja, sino a la humanidad en general. El cuarto chakra es el que metaboliza la fuerza amatoria. Por su parte, el quinto nivel está relacionado con una voluntad más elevada que tiene mayor conexión con la voluntad divina, y el quinto chakra se asocia con el poder de la palabra, dando ser a las cosas mediante ella, escuchando y aceptando la responsabilidad por nuestras acciones. El sexto nivel y el sexto chakra están asociados con el amor celestial, que se extiende más allá del alcance del amor humano, abarca toda la vida y establece una declaración de cariño y apoyo para la protección y el alimento de toda vida. Mantiene todas las formas de vida como precisas manifestaciones de Dios. Finalmente, la séptima capa y el séptimo chakra guardan relación con el pensamiento elevado, el conocimiento y la integración de nuestra formación espiritual y física.

Existen, por tanto, lugares específicos dentro de nuestro sistema energético para las sensaciones, las emociones, los pensamientos, los recuerdos y otras experiencias no físicas de las que damos cuenta a nuestros médicos y terapeutas. La comprensión de la forma en la que nuestros síntomas físicos están relacionados con estas posiciones nos ayudará a comprender la naturaleza de las distintas dolencias, y la diferencia entre los estados de salud y de enfermedad. De este modo, el trabajo con las energías de nuestros chakras puede ser un puente entre la medicina tradicional y nuestras preocupaciones psicológicas.

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
Facilitadoras:
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viernes, 9 de enero de 2015

ENERGÍA I

HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN EL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO

La tradición espiritual

Adeptos de todas las religiones afirman haber experimentado o visto luces alrededor de las cabezas humanas. Mediante prácticas religiosas tales como la meditación y la oración alcanzan estados de conciencia ampliada que activan sus capacidades latentes de percepción sensorial elevada.
La tradición espiritual india, que cuenta con más de cincuenta siglos de antigüedad, habla de una energía universal denominada Prona, considerada el constituyente básico y la fuente de toda vida. El Prana o hálito vital fluye por todas las formas, a las que ha dado vida. Los yoguis practican la manipulación de esta energía mediante técnicas respiratorias, meditación y ejercicios físicos cuya finalidad es mantener unos estados alterados de conciencia y de juventud mucho más allá de su alcance normal.
En el tercer milenio a.C. los chinos propugnaban la existencia de una energía vital a la que denominaban Ch'i: toda materia, animada o no, está compuesta y trasfundida por esta energía universal. El Ch'i contiene dos fuerzas polares, el yin y el yang. Cuando están equilibradas, el sistema vital muestra salud física; si se desequilibran, el resultado es la enfermedad. Un yang demasiado poderoso tiene como consecuencia un exceso de actividad orgánica. Si el que predomina es el yin da lugar a un funcionamiento insuficiente. Ambos desequilibrios provocan enfermedad física. La antigua técnica de la acupuntura se centra precisamente en equilibrar el yin y el yang. El Reiki, sistema de sanación japonés mediante la imposición de manos, equilibra el campo energético ya que canaliza la energía sanadora del Universo.
En su obra Future Science, John White relaciona 97 culturas distintas en las que el fenómeno aural recibe otras tantas denominaciones diferentes:
Muchas enseñanzas esotéricas (como las de los antiguos textos védicos del hinduismo, los teósofos, los rosacruces, los miembros de la Native American Medicine People, los budistas tibetanos e indios, los budistas Zen japoneses, madame Blavatsky y Rudolph Steiner, por citar sólo unas pocas) describen detalladamente el campo energético humano. En fechas recientes, muchas personas con. Formación científica moderna han sido capaces de añadir observaciones sobre un nivel físico concreto.

Observaciones de los médicos del siglo XX

En 1911 el doctor William Kilner dio cuenta de sus estudios sobre el campo energético humano contemplado a través de pantallas y filtros coloreados. Describió una neblina brillante dispuesta en tres zonas alrededor de todo el cuerpo: a) una capa oscura de unos 60 mm pegada a la piel, rodeada por b) otra capa más vaporosa de unos 2,5 cm que fluía desde el cuerpo en sentido perpendicular, y c) una delicada luminosidad externa de contornos indefinidos, algo más separada, con una anchura de alrededor de 15 cm. Kilner comprobó que el aspecto del «aura», como la denominó, difiere considerablemente de un sujeto a otro, dependiendo de la edad, el sexo, la capacidad mental y el estado de salud. Determinadas enfermedades producían manchas o irregularidades en el aura, lo que movió a Kilner a desarrollar un sistema de diagnóstico basado en el color, la textura, el volumen y el aspecto general del envoltorio. De esta forma diagnosticó algunas enfermedades, como las infecciones hepáticas, el apendicitis, la epilepsia y alteraciones psicológicas como la histeria.
La doctora Dora Kunz, presidenta de la sección estadounidense de la Theosophical Society, lleva muchos años trabajando en la profesión médica y como sanadora. En The Spiritua! Aspects of the Healing Acts dice que «cuando el campo vital es saludable hay un ritmo autónomo natural en su interior», y añade: «Cada órgano del cuerpo tiene su ritmo energético correspondiente en el campo etéreo. Los distintos ritmos interactúan entre las esferas de los diversos órganos como si se estuviera produciendo una función de transferencia; cuando el cuerpo es saludable, estos ritmos se transfieren fácilmente de un órgano a otro. Sin embargo, en estado patológico los ritmos cambian, como sucede con los niveles energéticos. Por ejemplo, en el campo se puede percibir el residuo de una apendicectomía: los tejidos físicos adyacentes ahora entre sí tienen una función de transferencia energética distinta de la previamente modulada por el apéndice. Es lo que en física se denomina equiparación de impedancia o falta de equiparación. Cada tejido adyacente esta `equiparado en impedancia', lo que significa que la energía puede fluir fácilmente por todo el tejido. La cirugía o la enfermedad cambian la equiparación de impedancia, de manera que, hasta cierto punto, la energía se disipa en vez de transferirse».
El estudio más extraordinario del aura humana fue realizado por la doctora Valorie Hunt y sus colaboradores en UCLA. La doctora registró la frecuencia de las señales de bajo milivoltaje emitidas por el cuerpo durante una serie de sesiones de Reiki. Para registrarla utilizó electrodos elementales construidos con plata/cloruro de plata que se colocaban sobre la epidermis. A continuación, los científicos analizaron matemáticamente las pautas de las ondas registradas por medio de un análisis Fourier y otro de frecuencia de sonograma. Ambos revelaron resultados notables.
Las formas y frecuencias de onda consistentes se relacionaban específicamente con los colores. Dicho de otro modo, se observaba un color azul en el aura en un lugar específico, las mediciones electrónicas mostraban siempre la forma y la frecuencia características de la onda azul en el mismo lugar.
La doctora Hunt afirma lo siguiente: «A lo largo de los siglos, los sensitivos han visto y descrito las emisiones aurales, pero ésta es la primera evidencia electrónica objetiva sobre frecuencia, amplitud y tiempo, lo que supone un espaldarazo para sus observaciones subjetivas de la descarga de color».
La doctora Hunt añadió que «los chakras solían tener los colores que se habían consignado en la literatura metafísica, es decir, rojo-kundalini, naranja-hipogástrico, amarillo-bazo, verde-corazón, azul-garganta, violeta-tercer ojo y blanco-corona. El chakra del corazón era, con mucho, el más activo. Los sujetos tenían muchas experiencias emocionales, imágenes y rememoraciones conectadas con las distintas áreas del cuerpo sometidas al Reiki. Estos hallazgos avalan la creencia de que el recuerdo de las experiencias se almacena en el tejido corporal».
Un ejemplo de mantenimiento de la memoria de la tensión es la rigidez de hombros que sufren muchas personas. Procede de haber sostenido sobre los hombros el miedo o la ansiedad. El lector se puede preguntar a sí mismo: ¿qué es lo que temo no ser capaz de lograr?, o ¿qué creo que pasará si no tengo éxito?

Conclusiones

Si definimos el campo energético humano como todos los campos o emanaciones del cuerpo del individuo, podremos ver que muchos componentes bien conocidos del CEH han sido medidos en laboratorio.
Las mediciones relacionadas más arriba muestran también que el CEH se compone de partículas y que tiene un movimiento semejante al de un fluido, como las corrientes de aire o de agua. Estas partículas son diminutas, incluso subatómicas según algunos investigadores.
Según la doctora Valorie Hunt, «se puede considerar el cuerpo desde un concepto cuántico de energía que surge de la naturaleza celular atómica del cuerpo en funcionamiento y que atraviesa los tejidos y los sistemas».

TERAPIA Y CURSOS DE REIKI
Facilitadoras:
Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
María de Tíscar Bosques Navarrete_Maestra de Reiki y Tarotista

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sábado, 3 de enero de 2015

KARMA IV

El poder de la intención




Lo que aporta los resultados kármicos de los patrones de nuestros actos, no son únicamente nuestros actos. Puesto que primero existe la intención y luego actuamos, creamos karma: por lo que, otra clave para comprender la creación de karma es ser consciente de la intención. El corazón es nuestro jardín, y junto a cada acto existe una intención que se planta como una semilla. El resultado de los patrones de nuestro karma es el fruto de estas semillas.

La intención o actitud que demos a cada situación de la vida, determina el tipo de karma que creamos. Prestemos una atención cuidadosa y seamos conscientes del estado de nuestro corazón, la intención, cuando hablemos de lo más nimio. ¿Es nuestra intención protegernos, apegarnos, defendernos? ¿Es nuestra intención abrir nuestro interés, compasión o amor? Una vez somos conscientes de la intención, hemos de ser también conscientes de la respuesta. Incluso si se trata de una respuesta difícil, mantengámonos con la intención útil durante un periodo de tiempo y observemos el tipo de respuesta que obtenemos.


Si nuestra intención fue poco hábil o incorrecta, intentemos cambiarla y ver lo que sucede. De entrada, tal vez solo experimentemos los resultados de nuestra previa actitud defensiva. Pero persistamos en nuestras buenas intenciones. Intentemos responder solo cuando esté abierto nuestro corazón. Cuando nos sintamos de otro modo, esperemos y dejemos pasar el sentimiento problemático. Como Buda nos instruyó, haced que vuestros actos y palabras sean amables, con intención amorosa, en el momento apropiado y para su beneficio. La intención que tenemos crea el patrón resultante que será el que tiende a repetirse.

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Facilitadoras:
Ascensión Menchón García_Maestra de Reiki
María de Tíscar Bosques Navarrete_Tarotista y Maestra de Reiki