CUÍDATE, MÍMATE
Cuando note que está acumulando energía ORM en su cuerpo,
tome un baño caliente durante veinte
minutos para limpiar su aura, vertiendo previamente en la bañera medio kilo
aproximadamente de sal marina. Este baño puede debilitarle mucho, pues extrae
grandes cantidades de energía de su cuerpo; por consiguiente, dispóngase a
continuación a tomarse un descanso y reponer sus energías. Tomar baños de sol ayuda a recargar el
sistema. El tiempo de exposición al sol depende de su organismo. Guíese por la
intuición, confiando en su propio cuerpo. Puede tomar baños de sol varias veces
a la semana para limpiarse.
Debe beber siempre un
vaso de agua mineral después de cada sesión de curación; también debe hacerlo
el paciente. El agua, al pasar por su organismo, ayuda a limpiar la energía ORM
e impide que se produzca hinchazón. Paradójicamente, la hinchazón se debe, ante
todo, por no beber agua suficiente. Su cuerpo retendrá el agua en un esfuerzo
por mantener la energía ORM en ella, en vez de dejar que penetre más
profundamente en los tejidos.
También los cristales
ayudan a proteger el sistema energético del sanador. Puede llevar, colocado
sobre el plexo solar, un cristal transparente de cuarzo o amatista para
reforzar su campo y hacerlo menos permeable. El cuarzo rosa, prendido sobre el
chakra cardiaco, ayuda a proteger el corazón. En realidad, el uso de los
cristales dependerá de cada uno y también de la época de la vida en que se
encuentre.
Los cristales en forma de joyas antiguas o como recuerdos de
tiempos pasados tienen imbuida la energía de sus anteriores propietarios y
deben limpiarse a fondo durante una semana, sumergiéndolos en una solución de
un litro de agua mineral con un cuarto de cucharilla de sal marina, o en agua
de mar.
En mis sesiones de curación empleo una mesa de masaje y una silla de oficina. De esta forma no tengo que
permanecer de pie todo el día y mi espalda encuentra suficiente apoyo. Las
ruedas de la silla me permiten moverme con libertad, y puedo sentarme o
levantarme según convenga.
Reiki es un sistema de sanación y
auto-sanación que canaliza la Energía del Universo –energía sanadora con un
alto nivel de vibración- para potenciar la sanación de la persona a todos los
niveles: físico, emocional, mental y espiritual. Reiki es una poderosa herramienta
de sanación que los sanadores usamos para recargarnos energéticamente.
Una de las cosas más importantes que necesita un sanador para
mantenerse sano es la disposición de tiempo
y espacio privados. Esto no es fácil, ya que la mayoría de los sanadores
debe afrontar una gran demanda de pacientes. Si es preciso, debe tener la
capacidad para decir: «No, ahora necesito dedicarme a mí mismo», por muy grande
que sea la demanda. Ello significa que debe concederse el tiempo que necesite,
sin importar lo que pase. Si no lo hace, se agotará y tendrá, de cualquier
modo, que suspender su actividad durante algún tiempo. No espere hasta que no
pueda dar más de sí. Descanse ahora.
Tómese tiempo para practicar sus aficiones y para otros
placeres personales. Es muy importante que el sanador tenga una vida plena en
la que sus necesidades se vean satisfechas. Si no es así, llegará un momento en
que tratará de apropiarse de las necesidades que han satisfecho sus pacientes.
Así, pasará a depender de estos, y tal circunstancia supondrá una interferencia
en el proceso de curación.
La regla de oro del
sanador es: primero,
el yo y lo que lo nutre; después, una pausa profunda para meditar, seguida de
la nutrición de los demás. Los sanadores que no actúen así no tardarán en quemarse
y pueden arriesgarse a contraer una enfermedad a causa del agotamiento
energético.
CURSOS Y TERAPIAS DE REIKI
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ASCENSIÓN MENCHÓN GARCÍA_MAESTRA DE REIKI
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