ME HAN DADO PLANTÓN
A todos nos han dado plantón –al menos una vez- a lo largo de
nuestra vida. En la era predigital cuando los móviles no existían -salvo en las
películas de ciencia ficción- que te dejaran colgado en una cita sin previo
aviso podía adquirir distintos significados: se le ha pinchado la rueda, no
encuentra la dirección, le ha surgido un imprevisto, etc.; sin embargo, en
estos momentos en los que la mayoría de las personas se sienten incapaces de
vivir sin el Smartphone pegado a la mano, si alguien no acude a un encuentro
preestablecido y no contesta a tus llamadas ni los wasap es que –sin duda- te
ha dado plantón. ¡Y tu cara adopta un gesto mezcla de perplejidad y cabreo!
¿De verdad se necesita el coraje y la valentía de Aquiles
para anular una cita? ¿Enviar un wasap resulta un acto tan heroico como para
requerir el ADN de Hércules?, ¿en serio? ¿Qué les ocurre a ese tipo de
individuos que no son capaces de avisar cuando saben que hay otra persona
esperando su llegada? Sería maravilloso conocer el porqué, mas ahora me
interesa cómo gestionar el enfado de quienes han sido ignorados.
Lo frustrante no es solo que dicho encuentro tuviera más o
menos relevancia en nuestra vida, sino el hecho de que no se hayan tomado la
molestia de avisar. Lo habitual en estos casos sería:
1.
Mentalmente:
mandar al o a la susodicha más allá de los mares de China;
2.
Verbalmente:
volver a enviarlo/-a mucho más allá (con palabras malsonantes incluidas, que
siempre vienen bien para ampliar vocabulario);
3.
Llamar
a la persona causante del enfado hasta que conteste para darle un buen repaso;
4.
Para
fumadores: realizar los pasos 1, 2 y 3 acompañados de unas furiosas caladas a
un cigarro.
a) Abrigar una duda razonable, tal vez
no haya podido avisar por una razón de peso;
b) Plasmar sobre el papel tus
sentimientos para que no se enquisten; escribir o dibujar facilitan el
entendimiento y la relajación.
c) Realizar una actividad que te resulte
agradable: hacer deporte, salir a dar un paseo, escuchar música, tomar un baño
de sales,…; así puedes aprovechar ese momento como un regalo y no como un
tiempo perdido;
d) Si después de unos días (un par de
ellos) sigues sin saber nada de esa persona: elimínala de tu agenda, Facebook, twitter o cualquier otra red social, y
bórrala de tu mente; para hacer hueco y dar la bienvenida a otros seres más
respetuosas con tu vida.
¡Rabietas: las justas y
breves; por favor!
Ascensión
Menchón García
Maestra y
terapeuta de Reiki
Terapeuta de
Técnica Metamórfica
Si necesitas
más información o quieres solicitar cita para una sesión de Reiki o Metamórfico
ponte en contacto conmigo a través del “Formulario”, a la derecha de este
artículo, o en la pestaña “Contacto” de este blog.
Si te
apetece, deja un comentario sobre este artículo. Me gustaría conocer tu
opinión.
Sígueme en facebook.com/ascension.mg
y en twiter @Ammagnetica