EJERCICIO VIBRATORIO
PARA LA TOMA DE TIERRA
Hacer vibrar tu cuerpo significa mantenerlo en una postura
tensa que induzca vibraciones físicas involuntarias en el mismo. Con ello se
aumentará el flujo de energía y se liberarán los bloqueos. Estos ejercicios son
bien conocidos y profusamente utilizados en la terapia de núcleo y
bioenergética.
Sitúate de pie, con los pies en paralelo separados a la
anchura de los hombros. Limítate a espirar cuando desciendas y a inspirar al
subir. Flexiona las rodillas tanto como puedas y deja que las piernas empiecen
a sentir el cansancio. Si lo haces durante el tiempo suficiente, tus piernas
empezarán a vibrar involuntariamente. Si no es así, provoca una vibración
botando sobre los talones. Deja que las vibraciones suban por las piernas hasta
llegar a la pelvis. Con un poco de práctica conseguirás extender dichas
vibraciones por todo el cuerpo.
Una vez que experimentes esta sensación, puedes proyectar
ejercicios que hagan vibrar cualquier parte de tu cuerpo con la finalidad de
aumentar el flujo energético en esa zona. En este caso, suele ser necesario que
vibre la pelvis para mejorar las energías procedentes del suelo que fluyen a
través del primer y segundo chakras. Más adelante, cuando te encuentres en una
sesión de curación, puedes hacer oscilar lentamente la pelvis adelante y atrás
(en posición sentada), y añadir entonces a este movimiento una pequeña
vibración rápida y breve. Ello facilitará la vibración de la pelvis. Sentirás
cómo este flujo energético aumentado pasa por todo su cuerpo.
Reiki es un sistema de sanación holística que canaliza
energía de alta vibración para equilibrar el flujo energético de todos los
chakras. De esta manera, la realidad se hace más consciente y somos capaces de
sanar nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestros patrones mentales. El
objetivo de Reiki es sanar el Alma a través del cuerpo, el corazón y la mente.
Terapias y Cursos de Reiki
Facilitadora:
Ascensión Menchón
García – Maestra de Reiki