Reiki es un sistema de sanación que canaliza, mediante la
imposición de manos, pensamientos sobre la verdad de nuestro Ser para que la
curación funcione de forma holística y real.
Reiki profundiza hasta la causa de nuestro malestar, ya sea
este físico, emocional o psicológico. Los síntomas de cualquier molestia o
desasosiego son solo una proyección de una causa oculta que es la razón de la
falta de salud y vitalidad. La energía
de Reiki es una forma de deshacer los obstáculos y barreras que nos impiden
llegar a dicha causa oculta e inconsciente.
Reiki está al alcance de todos, pues cada uno de nosotros
está capacitado para ser un canal al servicio del restablecimiento de la verdad
en nuestra mente.
Reiki Usui, Reiki
Egipcio, Reiki Karuna y Reiki Shambala
Muchos nombres y formas para llegar al mismo objetivo: la
curación. Cualquier tipo de Reiki comparte una intención única: eliminar la
causa que obstruye el camino hacia nuestra verdadera naturaleza.
El hecho de que haya sido iniciada en Usui, Egipcio, Karuna
y Shambala se ha debido a mi propio proceso de descubrimiento. Ningún tipo de Reiki es mejor que otro ya que no existe frontera alguna entre ellos; se trata más bien de un flujo continuo, potente e ilimitado de energía. Por
ello, en una sesión de terapia los utilizo todos de manera indistinta porque –en
realidad- no existe diferencia entre uno y otro.
Una sesión de Reiki
Una sesión de Reiki tiene una duración de cuarenta y cinco
minutos. La sala está acondicionada para la comodidad y el recogimiento: luz
suave, música tranquila y una camilla.
Solo tienes que descalzarte y tumbarte sobre la camilla. Solemos
estar en silencio, escuchando la música de fondo.
Habitualmente -antes o después de la terapia- me gusta que
compartas todo aquello que necesites contar sobre cómo te encuentras, aunque no
es necesario si no te apetece.
Para solicitar una cita o pedir más información, utiliza el
formulario (a la derecha de esta página) o pincha en la pestaña “Contacto” del
blog.
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