REIKI PARA TU MASCOTA

AMAR SIN DISTINCIÓN

 

Desde hace unos años somos más quienes hemos acogido en nuestros hogares a algún animal como mascota. Muchos de ellos han sido rescatados de la calle o de diversas protectoras debido a que sus dueños anteriores los habían abandonado. A pesar de que haya individuos capaces de dejar desamparados a seres con quienes han convivido, estos animales encuentran una segunda oportunidad junto a otras personas que los acogen en sus familias con un amor desinteresado.

Todos los seres sintientes del planeta necesitan amor como base esencial de su dieta, pues la sensación de saberse querido constituye de por sí un alimento; el amor nutre. Y no solo sustenta a quien lo recibe sino también a quien lo ofrece porque el que es capaz de amar a otros se ama más a sí mismo.

Cuando empecé mi trayectoria con Reiki no se me ocurrió ampliar la energía hacia los animales; sin embargo  fue un año más tarde de mi iniciación –al adoptar un gato- el momento en que descubrí el poder de atracción de Reiki en los animales. Un día en que me estaba dando una sesión a mí misma, mi gato se acercó a mí y colocó su cuerpo justo bajo mis manos y allí se quedó durante casi media hora. Al principio pensé que simplemente le apetecía acurrucarse, pero comprobé que cada vez que abría una sesión de Reiki volvía a suceder lo mismo. De hecho, cuando se encuentra malito se acerca a mí antes que al resto de miembros de la familia.

Reiki es energía sanadora, por lo tanto sana a todos los seres del planeta. Bajo dicha premisa comencé a ofrecer terapia a las mascotas de mis íntimos, hasta que el círculo se ha ido ampliando a todo aquel que lo necesita. Las dolencias de estos nuevos clientes son físicas, emocionales y espirituales:

Físicas: dolores musculares, problemas digestivos y enfermedades crónicas entre otras.

Emocionales: sobre todo de carácter, muchos de ellos sufren –aunque no lo hayan padecido- miedo al abandono o celos ante la aparición de un nuevo miembro en el ámbito familiar.

Espirituales: todos aquellos que, por enfermedad o por la edad, se hallan cerca de la muerte.

La experiencia de Reiki con animales ha abierto en mí un entendimiento compasivo no solo hacia los humanos sino hacia toda vida que habita en la Tierra. La necesidad de paliar el sufrimiento y el dolor amplía la capacidad de amar hasta límites insospechados. Os animo a experimentar la compasión allí donde os encontréis, os sentiréis más vivos, más cercanos, más unidos y acompañados.

Ascensión Menchón García

Maestra y terapeuta de Reiki

Terapeuta de Técnica Metamórfica

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