TEJIENDO MUNDOS DE LUZ

miércoles, 20 de mayo de 2015

LA ENERGÍA VITAL Y LA GESTIÓN ENERGÉTICA


EL EFECTO DIAPASÓN



Nuestra energía vital, en el momento en que entra en nuestro sistema, se mezcla con la energía que llevamos con nosotros. Modifica su vibración en función de lo que almacenamos: emociones no expresadas.
El ser humano, como cualquier animal, ante una situación de peligro actúa de dos maneras posibles: miedo (salir corriendo) y rabia (luchar).
Sabemos, instintivamente, igual que cualquier animal, cuándo hay que salir corriendo y cuándo luchar. En ese proceso, generamos una energía extra que nos ayuda a realizar dicho proceso.
Pero esa energía, una vez pasado el peligro no la necesitamos por el momento. El animal, en estado salvaje, se deshace de esa energía de diferentes maneras: los pájaros baten sus alas, los felinos afilan sus uñas en un árbol, o se sacuden o bostezan. Realizan lo que llamamos “higiene energética”.
Nosotros sin embargo, por esa pérdida de contacto con nuestra parte más salvaje, solemos retener esa energía sobrante, almacenándola en nuestro sistema energético y, con el paso de los años y evento tras evento, acumulamos demasiada energía, tanta como para producir un bloqueo. Un bloqueo energético que vibra en una determinada frecuencia, en la de la emoción que la creó. Miedo, rabia, tristeza.
Un bloqueo energético no es otra cosa que una energía de una emoción no expresada.
En nuestro cuerpo almacenamos esos bloqueos energéticos y con el tiempo, podemos sentir que están ahí de manera física. La energía ocupa un espacio físico y es muy común sentir como “una bola en el estómago”, “una presión en el pecho”, etc.
Es energía. Energía bloqueada y vibrando en una determinada frecuencia. Ante un evento concreto, esta energía puede vibrar de forma más o menos evidente y hacernos sentir “enfadados” por algo que creemos que no es para tanto o sentirnos tristes viendo el funeral de un personaje famoso que nada tiene que ver con nosotros.
Despertamos nuestra energía bloqueada cuando entramos en contacto con una energía similar vibrando de manera contundente.
A esto lo conocemos como “Efecto diapasón” vibramos por “simpatía” con la vibración de otra persona o evento. Pero esto ocurre solamente si tenemos esa energía bloqueada en nuestro interior.
A nivel práctico, descubrir que sentimos rabia por un evento externo tiene un efecto muy liberador, ya que nos permite tomar nuestro poder, aceptar que esa emoción reside en nosotros y trabajar para liberarla. A medida que liberamos nuestra energía estancada (bloqueos), la vibración emocional de nuestro entorno nos afecta menos y cambiamos también el tipo de personas y eventos que atraemos a nuestra vida por ese efecto de atracción por “simpatía”.
Con Reiki podemos trabajar nuestro sistema energético, liberar los bloqueos emocionales y descubrir cómo cambia nuestro entorno. Si algo en tu entorno te molesta y te genera alguna emoción determinada, trata de mirar dentro, encuentra la vibración que resuena y automáticamente tu entorno cambiará también.
La gran ventaja de Reiki es que no necesitas saber qué está ocurriendo ni por qué. Lo único que necesitas es ser consciente de que algo en tu interior te hace vibrar de una forma poco saludable, se canaliza Reiki, y la energía que te hace daño se libera. Las emociones se almacenan en tu cuerpo físico, tomar conciencia del lugar físico donde sientes la molestia emocional es un gran paso para liberarlo.

En definitiva, Reiki aporta a tu vida:
-          Bienestar e higiene emocional
-          Un cambio energético interno
-          Un cambio energético en tu entorno
-          Tomar conciencia de tus bloqueos emocionales / energéticos
-          Calidad de vida

TERAPIAS ENERGÉTICAS

MAESTRAS Y TERAPEUTAS DE  REIKI:

Ascensión Menchón García
María de Tíscar Bosques Navarrete


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