…COMO ACTITUD MENTAL
Tarareamos una cantinela a diario en nuestra mente: “No
tengo, me falta, si tuviera, cuando consiga,…”
Enfocando la atención de forma continuada en todo aquello de
lo que carecemos:
por una parte, olvidamos o minusvaloramos aquellas posesiones
de las que disfrutamos, ya sean materiales (una casa donde vivir, un coche para
viajar, un ordenador como fuente de información, agua corriente y caliente con
solo abrir el grifo, …) o físicas y emocionales (una familia donde apoyarnos,
salud para disfrutar de la vida, un amigo incondicional, el sol que ilumina
nuestros días, …)
por otra parte, amplificamos la sensación de pobreza en
nuestras vidas y solo vemos y sentimos escasez. Una vez que centramos nuestra
observación en la carencia esta crece a un ritmo vertiginoso, pues se convierte
en nuestra verdad. Pensamos -con cierta dosis de ignorancia e ingenuidad- que
cuando tengamos en nuestras manos todos nuestros objetos de deseo, entonces
seremos felices. Cuántas veces no nos ha sucedido que al conseguir un objeto,
una persona o una circunstancia que anhelábamos hemos dejado de darles
importancia y, casi inmediatamente, nos hemos lanzado en busca de ese algo
nuevo que nos falta. Y otra vez la cantinela: “Si tuviera: una casa más grande,
un coche más rápido, o una familia más … o menos…, etc.”
No estoy defendiendo el conformismo, más bien, la aceptación
de lo que “hay”: de lo que nos falta y de lo que poseemos. Equilibremos la
balanza, para empezar. Y entonces seremos capaces de enfocar nuestra atención
en la abundancia de nuestra vida, no en la carencia que nos han enseñado a
percibir. Y es que la penuria existe en nuestra mente, la alimentamos cada vez
que enfocamos nuestra atención en la carestía.
A veces, resulta beneficioso componer una lista de nuestras
pertenencias para concienciarnos de lo ricos y afortunados que somos. Aquí van
unos ejemplos personales, tan aparentemente nimios que pudieran parecer
liliputienses, o no: mis gatos con los que juego a diario, unos vecinos (no
todos) encantadores, una sopita caliente (hoy estoy refriada), una pareja
comprensiva y respetuosa, energía y afición por el deporte, un cuaderno para
dibujar, el recuerdo amoroso de mis padrinos, etc.
Os invito a elaborar ahora un listado de todo aquello que
tenéis, aunque a priori–al haberos
habituado a ello- lo consideréis inapreciable.
¡Feliz descubrimiento de la abundancia en vuestra vida!
Ascensión
Menchón García
Maestra y
terapeuta de Reiki Usui
Terapeuta de
Reiki Karuna
Terapeuta de
Técnica Metamórfica
Si necesitas
más información o quieres solicitar cita para una sesión de Reiki o Metamórfico
ponte en contacto conmigo a través del “Formulario”, a la derecha de este
artículo, o en la pestaña “Contacto” de este blog.
Si te
apetece, deja un comentario sobre este artículo. Me gustaría conocer tu
opinión.
Sígueme en facebook.com/ascension.mg
y en twiter @Ammagnetica
No hay comentarios:
Publicar un comentario